Hace un año, John-Henry Lee, de entonces 6 años, anunció con alegría: "¡Me van a dar un corazón nuevo!" mientras recorría los pasillos del Hospital Pediátrico de la Clínica Cleveland donde le realizaron la cirugía.
El niño que nació con el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, una cardiopatía congénita poco común que impidió que un lado del corazón bombeara sangre correctamente, se mostraba feliz compartiendo su noticia y hoy, a un año de distancia, sigue igual de optimista.
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SUSCRÍBETE Llegar a ese momento no había sido sencillo. El niño ya se había sometido a tres cirugías distintas, pero su condición empeoró. La insuficiencia cardiaca que le aquejaba solo le dejó una opción: un trasplante, que llegó en mayo de 2024, tras seis meses en lista de espera.
John-Henry, su madre, Sarah Lee, y toda la familia recibieron la noticia de que había un donante de corazón disponible y el procedimiento era inmediato. Un día después, el Dr. Hani Najm, cirujano cardíaco pediátrico y de enfermedades congénitas de Cleveland Clinic Children's, realizó el procedimiento que le salvó la vida.
Hoy, junto con su equipo médico y su inseparable mamá, John-Henry celebra el aniversario de su primer trasplante de corazón y su progreso tras someterse a un procedimiento que le dio una segunda oportunidad.
Así ha sido la evolución de John-Henry
"Para niños como John-Henry, un trasplante de corazón brinda oportunidades para crecer, prosperar y alcanzar hitos que de otro modo no habrían sido posibles", afirma el Dr. Shahnawaz Amdani, jefe de Sección de Función Cardíaca Pediátrica y Trasplante de Cleveland Clinic Children's.
"Su historia es un poderoso recordatorio de la importancia de la donación de órganos y las vidas que transforma".
Ahora, con 7 años, John-Henry disfruta jugando al aire libre con sus hermanos, compitiendo con cualquiera que se anime al reto y persigue a su T-Rex inflable.
Además, continúa recibiendo atención de seguimiento. También recibe terapia en el Hospital Infantil de Rehabilitación de la Clínica Cleveland para mejorar su movilidad, recuperar fuerza y mejorar su calidad de vida en general.
"John-Henry sigue inspirándome cada día. Su camino no ha sido fácil, pero cada día encuentra oportunidades para reír, jugar y disfrutar de la vida", expresa agradecida su madre, Sarah Lee.
"Hay tantas personas que han contribuido a su notable progreso, desde su equipo médico hasta su familia, pasando por su donante y su familia. Les estaremos eternamente agradecidos por su apoyo y el acto desinteresado y compasivo de la donación de órganos".
Mientras John-Henry continúa su recuperación, espera con ansias pasar más tiempo con sus cinco hermanos y volver a la escuela para decirles a todos: "¡Tengo un corazón nuevo!".
Sarah y el Dr. Gerard Boyle, quien ha sido un apoyo fundamental en todo el proceso, esperan que al compartir la historia de John-Henry puedan inspirar a otros y demuestres la importancia de la donación de órganos.
“La donación de órganos salva vidas mucho más allá de lo que la gente puede imaginar. Cuando una sola persona se convierte en donante de órganos, tiene el potencial de salvar muchas vidas”, afirma el Dr. Boyle.
“La donación de órganos salvó la vida de mi hijo. Sin ella, no estaría vivo. Cuidaremos mucho de este corazón tan especial y estaremos eternamente agradecidos con nuestro donante y su familia”, añade Sarah.
La información para este artículo se publicó originalmente en inglés en Cleveland Clinic. Si te interesa conocer más detalles o saber más sobre trasplantes haz clic aquí para leerla.
